En una alargada pastilla urbana de Jerez, el Ingeniero Industrial D. Felipe Merino, proyectó una nave industrial corrida, preparada para ser dividida en varios módulos.
En este estudio, sobre la estructura y placas prefabricadas, se dotó a su cabecera de un espacio comercial en planta baja y de oficinas en plantas superiores, marcadas con un panel arquitectónico, arrojando una imagen moderna del edificio.